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Reflexiones sobre Amadeus

Ficha artística y técnica

  • Director: Miloš Forman
  • Producción: Saul Zaentz
  • Guión: Peter Shaffer y Miloš Forman
  • Basada en:Amadeus” de Peter Shaffer
  • Música: Sir Neville Marriner
  • Fotografía: Miroslav Ondrícek
  • Montaje: Michael Chandler, T. M. Christopher y Nena Danevic
  • Vestuario: Theodor Pištěk
  • Protagonistas : F. Murray Abraham, Tom Hulce, Elizabeth Berridge, Roy Dotrice, Simon Callow, Christine Ebersole, Jeffrey Jones
  • País: Estados Unidos
  • Año: 1984
  • Género: Drama. Biografía.
  • Duración: 161 minutos; 180 min. (Versión del director)
  • Productora: The Saul Zaentz Company
  • Distribución: Orion Pictures

Esta película, del director Miloš Forman, nos relata la vida de Wolfgang Amadeus Mozart desde una original perspectiva y utilizando la técnica del flashback: la vida de Mozart es revivida y contada por un ya decrépito Antonio Salieri quien, retrospectivamente, y desde su reclusión en un psiquiátrico, ya en su edad anciana, va relatando la vida del genio universal de la música desde su niñez hasta su muerte. En la narración vamos viendo así como Salieri, que pretendía alcanzar las más altas cotas de reconocimiento musical de su época, se encuentra repentinamente con que el joven Mozart, quien posee unas facultades musicales innatas que desbordan todo lo conocido, ensombrece y hasta eclipsa al propio Salieri ante la sociedad de la época.

La película irá poco a poco mostrando cómo los celos y la envidia en Salieri se apoderan del mismo y acaban por enloquecerlo, arrastrándolo y llevándolo a un horrendo cambio personal. La película nos presenta lo más recóndito de la debilidad humana, y como una persona extremadamente devota como Salieri, que se había llegado a encomendar a Dios para poseer el talento necesario en orden a ser el más grande de los compositores, acabará por sucumbir en su flaqueza de hombre imperfecto, y se dejará arrastrar por las pasiones humanas, y en particular por la envidia y los celos, que acabarán por hacerlo renegar del mismo Dios. La película nos muestra como las debilidades y pasiones humanas arrastran a Salieri a la locura al no poder soportar la sombra provocada por el genio de Mozart, y del mismo modo como éste último muere en la más absoluta de las miserias por su vida desordenada y sin freno, pese a su genialidad.    

A lo largo del metraje vamos viendo como Salieri, hombre piadoso y religioso desde su niñez, se sentirá poco a poco frustrado, oscurecido y relegado a un segundo plano, envidiando al joven compositor y músico, generando en el mismo una terrible obsesión que le conducirá incluso a desearle la muerte a Mozart y a renegar del propio Dios. Esta impresionante película fue galardonada con ocho premios Óscar, varios British Academy Film Awards, y Golden Globes, entre otros. Ha sido una de las películas más sobresalientes del cine norteamericano de todos los tiempos y nos muestra lo que las pasiones humanas son capaces de provocar, al mismo tiempo que nos permite ver y entender el genio y la original personalidad de Mozart.    

Guión

Se trata de la adaptación de la obra de teatro “Amadeus”, del dramaturgo británico Peter Shaffer. Peter Shaffer y Miloš Forman trabajaron conjuntamente en la redacción del guion. En la obra de teatro Salieri no habla con un sacerdote cuando va narrando la historia, sino que habla directamente con el público. La película se encuentra muy enriquecida precisamente con la música de Mozart, que alumbra e ilumina todo su espectacular desarrollo. 

género

Drama. Biográfico.

Argumento

Un Salieri ya anciano, y tras sobrevivir a un intento de suicidio, va narrando la vida de Mozart, no de una forma lineal, sino enlazando su narración retrospectiva con una visión en presente de la vida del compositor desde su niñez. A lo largo de la película observamos como Salieri, tras conocer a Mozart, irá cambiando paulatinamente su visión del genio desde la más maravillosa y pura admiración hasta el odio, celos y envidia corrosiva que le dominarán por completo. Mozart acaba falleciendo como consecuencia del exceso de trabajo y Salieri, por su parte, acabará sumido en la locura, originándosele una suerte de mezcla de sentimiento de culpabilidad y arrepentimiento, pero al mismo tiempo de liberación por haber visto sucumbir al genio desde su mediocridad1.

La película presenta momentos de comicidad, momentos de tensión, momentos de esplendor musical y momentos de intenso dramatismo.  Es una extraordinaria película en la que podemos ver un latente contraste de personalidades: la personalidad enfermiza de Salieri, dominada -desde el afán por ser el mejor-, por la envidia y los celos, y la personalidad anárquica, irreflexiva, irresponsable, pero brillante, de Mozart, quien sin apenas esfuerzo pone de manifiesto ser portador de unas cualidades creativas innatas inigualables. 

Salieri, además de narrar la vida de Mozart desde su niñez, también narra la suya propia, mostrando como su ambición desmedida desde su juventud -deseando ser el más importante de los compositores de la corte-, le llevará a ofrecer su castidad y su vida a Dios para el logro de tal propósito, y la obtención del necesario talento para ofrecer al mismo las mayores obras musicales. Sin embargo, Salieri acabará comprobando como la vida del vulgar, revoltoso, indisciplinado, promiscuo, rebelde y anárquico Mozart, era premiada por ese mismo Dios que le permitía las más imprevisibles genialidades musicales que superaban todo lo conocido hasta el momento, y desde luego dejaban a Salieri en un plano de patente oscuridad.

La película nos va describiendo los caminos de los dos genios y como los mismos se cruzan un buen día, para dar lugar al fulgurante estrellato de Mozart y al progresivo y simultáneo eclipse de Salieri, ante las genialidades de la capacidad inigualable del primero.

La ambición de Salieri quedó destrozada cuando se cruzó en su camino Mozart quien arrebató la admiración de los nobles, eclesiásticos y en general de la corte del emperador, relegando a Salieri a un segundón que nada tenía que hacer ante los radiantes destellos del genio de Salzburgo.

Una de las cuestiones que más frustraban a Salieri era precisamente que un personajillo tan decrepito y vulgar –a sus ojos- como Mozart fuera capaz de obras tan geniales. Él, que había ofrecido su vida a Dios, y su castidad, para poder poseer el talento necesario para ser un genio, tras una vida de sacrificio absoluto en pos de tales metas, veía como un personaje insignificante y hasta despreciable y vulgar como Mozart, sin apenas esfuerzo, era capaz de lo más logrado que nadie jamás había sido capaz de alcanzar. Esta experiencia le llevó incluso a enfrentarse a Dios, al que había encomendado su vida y sacrificios hasta ese momento, y del que sólo había podía obtener frustración. Salieri, a lo largo de la obra, revelará que sus sentimientos hacia el vulgar Mozart pivotarán en una suerte de una mezcla de amor y odio, y de admiración y envidia por su magnífica obra.

1 En realidad el encargo que recibió Mozart de componer una misa de réquiem, el Réquiem K.626, con ocasión de la cual falleció nuestro compositor, al parecer no fue un encargo de Salieri –como refleja la película-, sino del conde Franz von Walsegg. 

Selección de escenas o diálogos más impactantes

Aunque podrían señalarse sin duda otras también significativas, las escenas más impactantes son:

A) Cuando el joven Mozart, irrespetuoso, irreflexivo, anárquico, llega tarde a la presentación de una de sus obras ante el Obispo de Salzburgo. La escena muestra el contraste de la extraordinaria genialidad de Mozart, la corrosiva envidia de Salieri, y el funcionamiento del Antiguo Régimen en el que Mozart es un servidor del Obispo, sometido a sus órdenes.

b) Cuando Salieri, en su labor de espionaje y seguimiento que hacía a Mozart, logra hacerse de forma subrepticia con los materiales con los que, en ese momento, trabajaba Mozart en su casa. Al tener en sus manos las obras manuscritas con las que Mozart estaba trabajando, y al ver los pentagramas llenos de notas… va escuchando en su cabeza las piezas, una tras otra, deleitándose enormemente con lo que está escuchando y viendo en el interior de su cabeza, diciéndose a sí mismo que aquello era asombroso… que era increíble…, era una obra del mismo Dios, como si alguien le hubiera dictado la música a Mozart…, sin correcciones…, era una música como ninguna…, borrar una nota supondría que la estructura se caería…, era perfecta…., era un sonido perfecto, no era un accidente, era la voz de Dios…., era la belleza absoluta que dejó absorto a Salieri…

c) Al final de la película, cuando se nos muestra el entierro de un casi anónimo Mozart en una fosa común, al que se le echa cal encima del cadáver, bajo una lluvia intensa que lo empapa todo, en la más absoluta de las soledades. El entierro de Mozart se nos presenta como el de un mero objeto inservible, como una cosa desprovista de valor y anónima que no tiene interés para nadie. La extremada valía de su obra musical contrasta radical y dolorosamente con su entierro bajo la música de la Lacrimosa que precisamente estaba componiendo cuando falleció.

Sin embargo, lo cierto es que Mozart no ha muerto. Han pasado los siglos y está presente entre nosotros. Su legado es indeleble e inmortal. El contraste de su cuerpo lanzado al fondo de una fosa común, envuelto en un saco de tela sucio, bajo la música de la Lacrimosa, nos pone los pelos de punta, pero el contraste es evidente. El hombre no es el cuerpo. La persona vive entre nosotros. La muerte no es el final. 

Reflexiones filosóficas

Al margen de los aspectos biográficos e históricos de la película, que sin duda son muy interesantes, esta película cada vez suscita cuestiones nuevas, y una de ellas es una reflexión sobre la felicidad. En efecto, en la película impacta, al margen de la genialidad de Mozart, la infelicidad de Salieri. Así es, la personalidad de Salieri llama profundamente la atención y nos permite ver como una persona que comienza con una forma de ser asentada y responsable, encomendado a Dios, sacrificada y luchadora, como consecuencia de una ambición desmedida por ser el mejor en lo suyo (la música) no es capaz de asimilar que otra persona sea más perfecta que él, de manera que los celos y la envidia acabarán por dominarlo y por convertirlo en un pobre infeliz.

Esta película, y en particular la persona de Salieri nos recuerda las reflexiones del genial Julián Marías al analizar la felicidad. La felicidad como una pretensión permanente de la persona, y prácticamente como objetivo permanente inalcanzable, salvo pequeñas islas de felicidad a lo largo de la vida,  que en el caso de Salieri se acabará por convertir en algo enfermizo, dado su objetivo. Salieri pretendía lograr su summum de felicidad siendo el mejor en la música, y el mero experimentar que otro lo superaba, un ser al que Salieri consideraba vulgar y mezquino, lo acabará por convertir en un auténtico ser infeliz. La figura de Salieri nos muestra que debemos ser cautelosos a la hora de planificar nuestra vida y nuestros objetivos vitales en orden a la felicidad. Si las personas debemos planificar nuestras vidas, como es lógico, debemos hacerlo con prudencia y cautela, debiendo ser conscientes de las metas que podemos y debemos proponernos para ser felices. No todo vale a la hora de buscar la felicidad, pues una equivocada pretensión puede conducirnos a la infelicidad permanente. De otra parte, la película también nos demuestra que el respeto y admiración hacia los demás y a sus facultades, mejores o peores, resulta básico en nuestra vida. No se puede pretender alcanzar la felicidad sin humildad y respeto para con los demás. El bien ajeno, debe provocarnos admiración y alegría. La película nos demuestra que es preciso saber educar nuestros apetitos, nuestros sentimientos, emociones y ansias, nos demuestra que la moderación, la prudencia y la templanza son virtudes que deben guiar la conducta de las personas en la vida social y que el ansia desmedida, la imprudencia en los objetivos y metas o los sentimientos y apetitos desmedidos o inmoderados acabarán por conducirnos, de uno u otro modo, a la infelicidad.

De esta película, como de casi todas, pueden obtenerse conclusiones y extraerse un aprendizaje importante. Ya no se trata de los datos históricos o de la biografía de sus dos personales principales, que también son elementos trascendentes, sino que la manifiesta infelicidad de Salieri y su sufrimiento, hasta el extremo de haberle llevado al intento de suicidio y a su ingreso en un psiquiátrico, como consecuencia de su frustración por no poder ser el mejor y no ser capaz de aceptar que otro era mejor que él, constituye un escenario de gran interés para reflexionar sobre las virtudes y los sentimientos humanos y su necesaria educación. 

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